Medio
45 minutos
Dos pechugas de pollo
Sal a gusto
200 g de queso tipo manchego rallado
Pimienta a gusto
Una cebolla mediana
Tres dientes de ajo
250 g de crema de leche
Una cucharada de perejil picado
50 ml de aceite de oliva
1 Lavar las pechugas y agregar sal y pimienta al gusto.
2 Calentar una sartén y agregar un chorrito de aceite de oliva y sellar las pechugas de pollo durante aproximadamente dos minutos a fuego alto. Retirar la sartén del fuego y reservar.
3 Pelar y cortar la cebolla en trozos finos. Hacer lo mismo con los ajos. En la misma sartén donde se sellaron las pechugas, añadir aceite y calentar. A continuación, sofreír la cebolla y el ajo, agregar sal y pimienta al gusto.
4 Cuando la cebolla se haya ablandado, añadir la crema de leche y cocinar durante tres minutos.
5 Pasado este tiempo, agregar el queso rallado y mezclar hasta que se derrita. Cuando haya tomado una textura un poco más espesa, echar el pollo nuevamente.
6 Cocinar con la cacerola tapada a fuego medio-suave durante seis minutos, para que se termine de cocinar el pollo.
7 Poner a punto de sal y servir con el acompañante que se prefiera.