Baja
45 minutos
· 1 pechuga de pollo
· 1 pizca de nuez moscada molida
· 150 gramos de manteca
· 2 huevos
· ¼ de cebolla
· 2 tazas de leche
· Pan rallado
· 1 pizca de sal
· 3 cucharadas soperas de harina de trigo
· Aceite
· 1 pizca de pimienta negra molida
En primer lugar, picar en trozos finos la pechuga ya cocida y la cebolla.
Por otro lado, calentar la manteca en un sartén y cuando se derrita, sofreír la cebolla removiendo durante 3 minutos a fuego medio bajo. No hay que dejar que se dore demasiado. Agregar sal, pimienta y nuez moscada.
Seguir removiendo durante 2 minutos más. No dejar que la cebolla se pegue, debe quedar tierna, pero no seca.
Añadir 3 cucharadas de harina y mezclar. Seguir cocinando durante 2 minutos más. Añadir lentamente la leche y mezclar evitando que se formen grumos. La consistencia debe quedar como la de una papilla, puede añadirse más leche si es necesario.
Luego de 3 minutos, cuando la mezcla burbujee, añadir la pechuga de pollo y mezclar. Cuando esté bien integrado, retirar la sartén del fuego.
Dejar en un recipiente la masa de las croquetas y tapar con un repasador. Se recomienda dejar enfriar para luego poder formar las croquetas y que no se deshagan.
Tras enfriarse, formar las croquetas con las manos y pasarlas por huevo batido y pan rallado. Pueden cocinarse fritas o al horno, esta última opción es más saludable. Cocinarlas y cuando estén doradas sacarlas. ¡Listo! ¡A disfrutar de este delicioso aperitivo!